Fatiga con Alba Clavería

¿Sufres fatiga?
Seguro que alguna vez has experimentado falta de energía en tu día a día sin tener una causa o motivo aparente.

La fatiga es una sensación de agotamiento o dificultad para realizar actividades físicas o intelectuales cotidianas. Es un síntoma y, por tanto, una sensación subjetiva que puede ser expresada o definida de muy diversas formas.

De cualquier manera, la fatiga crónica nos alerta sobre un déficit de energía en nuestro organismo y nos da información importante sobre nuestro estado de salud.
El cuerpo es inteligente y usa la fatiga con un objetivo de protección ya que induce un menor gasto energético en circunstancias en las que el organismo necesita ahorrar energía.

Imagina que estás pasando un proceso inflamatorio crónico, el cuerpo hará todo lo posible por mantener activo el sistema inmunitario para poder protegerte y ello hará que otros sistemas ahorren energía para cedérsela y poder salvarte. Es en este contexto donde puede aparecer cansancio u otros síntomas.

Igualmente, una alta actividad cognitiva sumada a una situación de estrés emocional implica una alta demanda energética por parte del cerebro. Para responder a esta demanda va a ser necesario que surjan conductas de ahorro energético como experimentar dificultad para el movimiento, hacer ejercicio físico, concentrarse en una tarea, memorizar o socializar.
Entonces, en una situación de fatiga crónica la pregunta sería qué órgano o sistema nos está robando energía: un cerebro con estrés emocional, una infección vírica/bacteriana, un problema digestivo, un desajuste en el biorritmo, una inflamación de bajo grado, un estado de ansiedad mantenido en el tiempo…

La mitocondria es el lugar de la célula dónde se produce ATP (energía). Cuando el cuerpo se ve sometido a alguna de las circunstancias anteriores pierde densidad mitocondrial, capacidad de producir energía y de usar el sustrato energético de manera eficiente.
Las células de nuestro cuerpo reciben energía principalmente de la glucosa, usando ésta como principal sustrato energético aunque también son capaces de usar otras reservas como la grasa. Cuanto mayor sea la capacidad del cuerpo de usar diferentes sustratos, más fácil será obtener energía en cualquier circunstancia.

Hay muchas estrategias que se pueden usar para ganar flexibilidad metabólica y que el cuerpo pueda usar de una manera más eficiente la energía:
-Consumir grasas saludables ya que son un buen sustrato (aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos, pescado azul, huevos…)
-Evitar el azúcar y los alimentos ricos en hidratos de carbono ya que aumentan mucho los niveles de insulina en sangre y ésta en cantidades altas impide la entrada de energía al cerebro.
-Controlar el estrés oxidativo: tabaco, alimentación pobre en antioxidantes…
-Consumir verduras y frutas frescas por su alta cantidad de antioxidantes.
-Descansar mínimo 7-8 horas para que el cuerpo se recupere del desgaste diario.
-Hacer algo de ejercicio aeróbico y de fuerza.
-Trabajo de meditación y respiración para calmar el sistema nervioso.

Recuerda que la fatiga nos alerta de una situación de falta de energía en el organismo. Es muy importante saber qué es lo que no funciona y qué nos está robando energía para poder repararlo y así poder equilibrar los sistemas para que todos funcionen correctamente.

Contacto: osteofisioclaveria@hotmail.com
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